5.9.08

Para que todo arda, hay que aplicar: LA CHISPA ADECUADA



En las miles de conversaciones que he tenido con amigas mujeres, prácticamente siempre sale a relucir un tópico que realmente nos encanta: Lo Místico... si, si, lo místico: Lo sobrenatural, lo mágico... englobando así todo lo que esté fuera de una explicación racional.

Desde siempre, en nuestros genes parece que asumimos de forma innata que hay “fuerzas superiores” que dictan nuestro destino, hacen que ocurran cosas y que más usualmente de lo que admitimos, nos dejan perplejas por el resultado y por esa forma de actuar taaaan especial que tienen, en la cual no sabes ni donde, ni como, ni cuando ocurrirán las cosas; Para que se hagan una idea, esos eventos importantes suelen ser tales como: casarte, cambiarte de tal a cual trabajo, saber si estás embarazada, o cualquier cosa por el estilo.

¿Porque ocurre esto? He pensado mucho en la razón original, y creo que tal vez sea, por la búsqueda incesante que tenemos todos los seres humanos de hacernos preguntas para las que no hay / existen / o tenemos respuestas. En esa búsqueda continua de respuestas, nos acercamos mas a alguna religión, ideología o creencia, con la cual -suponemos- las encontraremos.

Particularmente, no soy ni creyente ni no creyente de Dios, y por nada relacionado sería capaz de juzgar a alguien, creyese en lo que creyese, como se dice: “eso es cosa de cada cual”; Pero lo que si les digo, es que en el preciso instante que esa conversación surge, siento como de inmediato me recorre una especie de emoción por todo el cuerpo, que suele ser mezcla de admiración y temor a partes iguales, y la razón es la fascinación que ejerce lo desconocido.

Esa conversación se inicia cuando llega alguna amiga contándonos que “se encontró con el que –cree es- el amor de su vida”, y allí –con los ojos abiertos como platos- muy emocionadas, somos testigos junto a alguien a quien parece que “el destino” (o algo así, Dios, otras Divinidades, El poder del Universo, etc, etc). Se le ha aparecido, esta vez en forma de hombre... pero créanme, hay muchas, miles, millones de manifestaciones e interpretaciones... tantas como formas de pensar tenemos en este amplio mundo.

En fin, la mejor parte de la mencionada conversación, es cuando nos cuenta -con todo detalle- lo ocurrido y las amigas presentes sacamos entonces y hacemos alarde de toda la “artillería pesada” que tenemos; Obviamente -claro está- a favor de esa amiga y su nuevo “elegido”.
Por ello, le decimos cuanto argumento se nos ocurre y que por seguro, han utilizado las mujeres desde los tiempos mas remotos (si, esos mismos argumentos por los que en alguna época oscura fueron acusadas de “herejes”, “brujas” o cosas por el estilo). Y le damos ánimos, hacemos cálculos, suposiciones de todo tipo, miramos supersticiones, cuya finalidad es simple: Buscar una respuesta anticipada a la pregunta de si ese es el que es o a la final, resulta que no lo es...

¡Y ya está listo!. 5 Horas mas tarde de argumentación y la amiga –y nosotras, claro- ya estamos más que convencidas de nuestro logro y nuestro anticipo a la mente de los dioses, divinidades, o quien quiera que sea el/la que decida nuestras vidas desde algún cielo o galaxia muy muy lejana... Uffff... ¡lo buena y sabrosa que es la sensación de haber encontrado la respuesta antes de tiempo!, porque en conclusión, no hay nada que anime mas a alguien en la vida que –aunque sea por unos instantes- que pensar y creer que es más rápido y listo que el destino mismo.

Pasan entonces esos instantes y luego transcurren los días, los meses y hasta años... tras un período de mucha rabia, bastante dolor y no poca desilusión, somos testigos de que a nuestra amiga le ha ido mal con ese... Si, ¡¡Ese del que estábamos tan seguras que era el elegido!! y nos duele. Nos duele casi casi como a ella... porque -apartando lo afectivo, que ya es mucho- el que ellos no estén juntos (en este ejemplo) es la prueba pura y dura de que pese a nuestros mejores esfuerzos, las Divinidades siempre hacen y harán lo que les viene en gana.

Por esto, y pensando detenidamente en el asunto (y en el ejemplo) es que decido dedicarle esta entrada a “esa amiga”, porque quiero decirle que no debe desesperar, porque, aunque puede que nunca sepamos la verdad del asunto (si hay un destino, o si tenemos libre albedrío, o si el Karma y Darma son la explicación en un proceso de aprendizaje que no acabará jamás, o lo que sea), el caso es que si hay algo que siempre está en nuestras manos y, eso es: LUCHAR.

HAY QUE LUCHAR PARA OBTENER LO QUE DESEAMOS Y NUNCA RENDIRSE.

Eso lo se, y a ciencia cierta, porque lo he comprobado por mi experiencia personal miles de veces y además, San “Enrique Bunbury” no se equivoca, así copiando sus palabras, insisto, digo y creo de corazón que Todo arde si le aplicas la chispa adecuada.

Por lo tanto, a modo de conclusión, querida amiga mía, cuando realmente desees algo, trabajes para construirlo, para lograrlo y para alcanzarlo y obtenerlo. No habrá divinidad que se interponga, no habrá nadie que pueda impedirlo porque es una acción generada únicamente por ti, que no depende de agentes externos.

¿Y sabes lo mejor?, Que al recibirlo obtienes la más grande de las satisfacciones. Porque ha sido TU logro, TU deseo y sobre todo, TU SUEÑO.

¡Busca ese sueño, persíguelo hasta que ya no pueda oponer resistencia y lo tengas dominado!. Ya sabes el camino, solo hay que enfocarse, luchar por ello, y nunca, pero nunca rendirse.

Ah, y nunca olvides esto: Una vez que has encendido la chispa correctamente, por seguro, tendrás La chispa adecuada.

Siempre será así, porque, así como no acaba el deseo humano de ir tras lo que desea así mismo:
El Mar No Cesa

Letra: La Chispa Adecuada.

Las palabras fueron avispas
y las calles como dunas
cuando aun te espero llegar
(de un momento a otro)

En un ataúd guardo tu tacto y una corona
con tu pelo enmarañado
queriendo encontrar un arcoiris infinito

Mis manos que aún son de hueso
y tu vientre sabe a pan
la catedral que es tu cuerpo
lo será del enemigo

Eras verano y mil tormentas
y yo el león que sonríe a las paredes
que he vuelto a pintar del mismo color

No sé distinguir entre besos y raíces
no sé distinguir lo complicado de lo simple

Y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada

Escribe con carbón en mi pensamiento
que cruzamos océanos de tiempo
dibujando los garabatos de mis fantasías
poco es tanto cuando poco necesitas

El fuego que era a veces propio
la ceniza siempre ajena
blanca esperma resbalando por la espina dorsal

Ya somos más viejos y sinceros y que más da
si miramos la laguna como llaman ala eternidad
de la ausencia

No sé distinguir entre besos y raíces
no sé distinguir lo complicado de lo simple

Y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada

No sé distinguir entre besos y raíces
no sé distinguir lo complicado de lo simple

Y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que tomarse tiempo (y un cafecito) leyendo este blog =). No es cuestión de darle una Vista Rápida y ya.
Voy a buscar mi café.

David Gallardo dijo...

Me pasé medio concierto de Bunbury el jueves esperando y deseando que tocara esta canción, pero al final no nos otorgó tal bendición... pero le perdono a pesar de todo, jeje! Fue una noche mágica, igual que muchos temas de los Héroes. Salud!