Weird Music (8):

LOS RODRIGUEZ: Salud, Dinero y Amor

Primero lo primero -dicen por ahí- así que voy con calma:

Cuanto me habeis hecho reir con sus vuestros comentarios en la ultima entrada de los Toreros Muertos, de corazón, me alegra que les haya gustado y espero las sonrisas aún perduren en sus rostros...

Como segundo, les pido disculpas por la ausencia de estos días, pero como bien dice mi muy sabio amigo Oido, el tiempo parece escurrirse como arena entre los dedos y pasa, aunque no sepamos muy bien ni como ni –hasta- cuando, dejándonos sin él.

Así que, aunque ni hoy es Martes, ni hoy debía estar aquí sentada (por aquello mismo del tiempo que no dispongo), he decidido robámelo. Si, robarle unos minutos al resto de mis múltiples roles y ocupaciones, para traerles un secreto, que como siempre, la música ha tenido a bien obsequiarme. Esta vez, de la mano de los amigos de Los Rodríguez.

Resulta, que este fin de semana estuve en una fiesta familiar (un bautizo, conociendo los lados de Galicia, muy lluvioso y bonito eso por allí) y me impresionó la cantidad de alcohol que puede ingerir un ser humano.
Imaginaos entonces, lo que pueden llegar a beber varios de nosotros reunidos.

Puede que les parezca extraño, pero fue el tema sobre el cual más medite durante la fiesta. Si, eso dice mucho de mí, lo sé, porque en vez de estar divirtiéndome y etc, yo estaba sentada pensando en ¿porqué será que los seres humanos necesitamos de “otras sustancias” para sentirnos mejor o con ánimo de fiesta?.
¿A que soy rarita? Ya, si, lo sé. Por eso este no es un post rutinario, si no que va directo a los días weird.

Pues en esas cavilaciones estaba, cuando llegó el momento del brindis y el amigo Andrés Calamaro con su voz ronquita y muy sugestiva se me quedó en la cabeza.

A mí, a pesar de los años, me sigue haciendo gracia que justamente ese pueda ser el tema de una canción. Es cierto que hay muchos, como los Guns N` Roses con su “Nightrain”, los amados Héroes (del Silencio, claro), con “El espíritu del Vino”; y otros más que han sido tocados por la “magia” (si, magia, entre comillas) de las llamadas bebidas espirituosas, pero aún así, sigo creyendo que es un poco extraño este tema.

Por todo esto, la única conclusión a la que puedo llegar, es que para algunos, la inspiración puede venir de los placeres más comunes y más mundanos.

Lo que los hace dioses, y buenas bandas, y el que logren hacer buenas canciones pese a semejante argumento (y estado), solo puede ser por algo llamado: Talento.

Os dejo con el video (un poco subido de tono para algunos, ojo, pero muy gracioso además), y “desde un rincón del mundo, brindo contigo” ¡Salud!

Porque así como hasta los más grandes tienen su lado weird, así como lo tengo yo, así como lo tienen todos vosotros, es así como…

El Mar No Cesa.

Letra: Salud, Dinero y Amor

Brindo por las mujeres que derrochan
simpatía, brindo por los que vuelven con
las luces de otro día, brindo porque
recuerdo tu cuerpo, pero olvidé tu cara,
brindo por lo que tuve porque ya no tengo nada.

Brindo por el momento que tú y yo nos
conocimos y por los corazones que se han roto en
el camino, brindo por el recuerdo y también
por el olvido, brindo porque esta noche un amigo
paga el vino.

Porque la vida es dura, por el fin de la
amargura, brindo porque me olvido los motivos por
que brindo, brindo con lo que sea que caiga hoy en
el vaso, brindo por la victoria, por el empate y
por el fracaso.

Brindo por seguir queriéndote toda la
vida, que así está lleno el vaso con
la sangre de otra herida, brindo con
emoción, pero también brindo con
frialdad, que la salud no falte a toda la
humanidad.

Desde un rincón del mundo brindo
contigo...

Caiga quien caiga brindo sobre la luz de una
vela, toda la noche brindo y que la mañana
venga, no es un momento triste, ya que brindo con
amigos, brindo por el futuro con la noche de
testigo.

si alguna vez no brindo siquiera por
tonterías brindaré con silencio por
la fortuna perdida, brindaré muy enserio
por una vez en la vida, brindo hasta la cirrosis
por la vacuna del sida.

Desde un rincón del mundo brindo
contigo...

¡Salud!