28.4.15

LABERINTO

¿Cuántas veces nos habremos cruzado con personas, que ni sabemos lo importante que resultarán ser a posteriori para nuestras vidas?. Digo, por allí, simplemente mientras andamos por un parque. O cuando vamos al trabajo…

La vida, parece un laberinto. Nunca sabes en cual esquina doblarás por donde no debías (o si debías), ni lo que conseguirás en cada vuelta.

Me da por preguntarme, ¿Cuántas veces nos habremos visto y no visto? ¿Mil veces? ¿O solo una? ¿O cuatro? ¿O dos?

A muchas de esas personas, luego las recordamos cuando las reencontramos, y re-comenzamos con el típico: “ey, si, te he visto alguna vez en el bar de…” o “es verdad, nos veíamos cuando íbamos en el metro”….

Pero…. ¿Y si esa persona, fue siempre un/a amig@? Y caminó a tu lado. Mucho tiempo.

¿Y si, resulta que siempre estuvo allí, al alcance de la mano, pero el corazón no le vio en ese momento?
No fue maldad. Ni desamor. Si no que, simplemente estábamos recorriendo otros caminos, que, por necesarios para otras cosas, nos privaron de eso que debió ser y no fue… (¿o es que no debió ser, y, por eso, no fue?).

Como me gusta amargarme la vida. Lo que ya no fue, no fue. Punto. A ver si dejo de pensar en chorradas y tonterías, y más bien, recuerdo lo Bueno que eras. Lo fuerte. Lo amable. Lo dulce. Lo grande y guapo que me parecías. Lo buen amigo. Lo galante y coqueto. Mejor me acuerdo de Los viajes a Margarita. Las dos mil fiestas. Las borracheras. Lo centrado que eras, para ser tan jóvenes. Lo responsable. Lo solidario que siempre fuiste conmigo. Recuerdo las miles de conversaciones de “amigos”...

Y así obvio, también recuerdo todas las veces que lo intentaste y te dije que no.

Pero estoy feliz por ti. Tienes un trabajo que adoras, una novia hermosa, y un grupo que te encanta. Así que no es para estar tristes. Mejor, pienso en las veces que me llevaste al Kiosko, a comprar cigarros detallados, y, aunque no fumabas, tu sacrificio al tragarte todo el humo que te echaba encima, siendo tan deportista, me recuerda que hay lazos que ni el tiempo, ni el olvido, ni la distancia, pueden romper.


Porque así como muchas veces, no sabemos nada de nada, y menos que menos, de los misteriosos caminos que nos depara la vida, así también es como…

El Mar No Cesa.

NOTA: En Venezuela, no hay estancos. Hay unas pequeñas casetas de latón, donde se pueden comprar: la prensa, chucherías, revistas (y cosas aún más raras, como aguja, e hilo, o los tickets del metro) y también cigarrillos. Gracias a la eterna crisis, existe la compra de cigarrillos “detallados”, que quiere decir, por unidad. Compras lo que puedes, según el dinero que tengas.
Algo, que, pensé muchas veces en España deberían ir implementando…

7 comentarios:

Genín dijo...

Al menos te queda un agradable recuerdo de el y de aquellos momentos... :)
Aquí también se consiguen cosas impensables y sorprendentes en ciertos Kioscos, incluidos los cigarrillos a granel, aunque hace muchos años que no fumo y no te lo puedo garantizar...
Salud y besos

Juanjo Mestre dijo...

Así son los misteriosos caminos. Besos.

Carmela dijo...

La vida es un laberinto, Mar. Caminamos y caminamos y quien sabe....pero siempre están los buenos recuerdos.
Un besazo.

Carmela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Blue dijo...

¡Hola, Mar! Si el corazón no lo vio en ese momento, ya es tarde. No para recordar, porque eso no lo puede evitar nadie.
Creo que harían falta por lo menos dos vidas ¿no? Una segunda parte definitiva y dejar esta como un ensayo, jaja.
Aquí hasta hace poco los quioscos también vendían pitillos por unidad. Yo compré alguna vez cuando lo estaba dejando. Ahora no sé si lo hacen, pero en caso de necesidad volverán.
Me gusta que cuentes cosas de allá. Nos llegan noticias tan contradictorias que uno no sabe que pensar. Eso sí, las imágenes no mienten.
Bicos, rapaciña ben feita.

Unknown dijo...

Hola a todos! como están?

Pues si Genin, hay cosas increíbles. En los de aquí recordarás que hay desde botones hasta pega loca, pasando por agujas y tapitas para los zapatos jajajaja.

J.J. Si, como decia el vallenato aquel que versiona Vicentico: "los caminos de la vida, no son lo que yo esperaba, no son lo que yo creia, no son lo que imaginabaaaa". De hecho, muchas veces son mejores ;)

Carmela, así es cariño. Todos estamos en el mismo laberinto. Lo bueno es que las mas de las veces logramos encontrarnos (afortunadamente). Abrazos!

Blue! ahh si feitiña, así lo decía el gran Milan (Kundera), hace falta un borrador primero para luego pasar en limpio. Pero igual, siempre vivir vale la pena.
Igual, varios amigos me preguntan "la verdad" de lo que pasa aqui, les estoy preparando un post con todos los cuentos, puede que ayude a aclarar el panorama.

Besos a todos, cuidaros.
Mar.

Blue dijo...

Espero esos cuentos con ansia, jaja.
Biquiños, mar.